Cualquier especialidad médica, por sólida o consistente que sea, está siempre sometida a constantes amenazas y a la vez debe de buscar nuevas oportunidades. En esta situación, de permanente alerta, el horizonte tiene, debe de tener, siempre retos, entendidos como ocasiones para mejorar. El concepto de "Intervencionismo" varía entre las diferentes naciones y grupos, pero básicamente, podría definirse como "realización de procedimientos terapéuticos mínimamente invasivos basados en la imagen, en el conocimiento del operador y en el manejo de dispositivos percutáneos o endoluminales". Nuestros retos, por tanto, se encontrarán preferentemente en la mejora de la formación (del equipo operador y de la comunidad médica), en el perfeccionamiento hacia la mínima invasión (baja/nula morbilidad y elevado rendimiento terapéutico) y en el desarrollo de nuevas técnicas alternativas (innovación) que permitan tratar nuevas patologías, nuevos grupos de población, de manera segura y eficiente.

Además, tenemos el reto de la multidisciplinariedad. Siempre hemos querido trabajar en equipo con otros especialistas, es posible que, en los principios nuestro interés, nuestra forma de entender la multidisciplinariedad, era mostrar nuestras destrezas para hacer cosas nuevas que podrían ser útiles. Salvo excepciones, este acercamiento no se acompañaba de responsabilidad asistencial directa con el paciente. Este panorama ha cambiado, y si todavía en algún lugar no lo ha hecho, deberá de incorporarlo cuanto antes. Los intervencionistas somos parte de un equipo asistencial con responsabilidad directa en la toma de decisiones sobre el paciente o sobre las nuevas líneas asistenciales o de investigación del futuro. Nuestro reto es saber cómo dejar atrás la imagen de virtuosos artesanos (sin dejar de serlo) y pasar a ser elementos imprescindibles en la comunidad médica.

El Intervencionismo es "Innovación, educación e intervención". Siempre está en continua expansión de manera que, permanentemente, va incorporando nuevas áreas de conocimiento e investigación. De todas ellas creo que destacada el Intervencionismo Oncológico. Tal es así que, con sede en Norteamérica, se ha fundado la SIO (Society of Interventional Oncology) organizadora del WCIO (World Congress of Interventional Radiology) y CIRSE, desde hace ya unos años, organiza exitosamente la European Conference of Interventional Oncology- ECIO). Esta inquietud refleja una situación clara de compromiso e implicación del Intervencionismo en el tratamiento directo de muchos cánceres, en el manejo/paliación de sus complicaciones o en el apoyo asistencial (p.ej., accesos venosos) de un elevado grupo de pacientes.

El trabajo en equipo y la asistencia de calidad llevan de las manos la elaboración conjunta de guías de práctica clínica, de protocolos o de criterios de actuación en las que el intervencionismo, y los intervencionistas, deben de ocupar el lugar que les corresponde.

Rol de la tecnología en la especialidad

La tecnología de imagen es esencial en nuestra especialidad. En cualquier procedimiento es imprescindible para ver y guiar durante, también para evaluar después o para indicar antes. Los dispositivos que introducimos son altamente sofisticados y su perfeccionamiento técnico conduce a mejoras asistenciales indudables.

Es indudable que en radiología diagnóstica las nuevas tecnologías de la información ("big data", teleradiología, etc) están ya generando profundos cambios en las formas de actuar de los especialistas, así como en la provisión de sus productos (informes e imágenes). No está claro, sin embargo, que estas incorporaciones tengan un impacto parecido en el Intervencionismo. Creo que estos esplendores tecnológicos no deben de deslumbrarnos y, desde luego, nunca suplir una meditada y sensata decisión tomada tras el análisis y estudio de la situación clínica; serán una buena herramienta, pero nada más.

Las nuevas tecnologías (realidad virtual, impresoras 3D) facilitarán diseñar e interactuar con dispositivos y materiales acortando mucho los prolongados tiempos que transcurren entre la generación de una idea y su plasmación en un objeto. Esta apertura en las posibilidades de diseño y fabricación deberá de acompañarse del establecimiento de múltiples normas de validación con las que se afiance el control y la seguridad